Desde su casa en Bélgica, Rafael Correa conversó con el medio manabita Capital TV. Se mostró complacido por la próxima convención del movimiento Fuerza Compromiso Social que tendrá lugar el 28 de agosto “en que por fin vamos a tomar el control total sobre la lista 5, fue un acuerdo transparente, legítimo con FCS que en el mes de diciembre ya nos pasaron el partido, tenemos mayoría en la directiva”.
Lamentó la situación de Manabí, provincia que históricamente ha sido bastión de la revolución ciudadana y hoy ve destruida por falta de mantenimiento las obras viales, de salud y educación que se hicieron entre el 2007 y 2017. “Me destroza el alma, cada retroceso es un puñal en el corazón porque mi proyecto vital es mi país. Se hizo en 10 años lo que no se hizo en 50, si seguíamos por esa senda 20 años más podíamos salir del subdesarrollo. Vemos las consecuencias de la destrucción de la patria”.
En ese sentido, reflexionó que uno de los grandes problemas de la región latinoamericana es la falta de planificación para la sostenibilidad y mantenimiento de las obras y políticas públicas, y considera que esto forma parte del subdesarrollo.
En el aspecto económico, dijo que es peligroso que el país avance hacia tratados de libre comercio, “pero con dolor tengo que decir que por eso votó una pequeña mayoría del pueblo ecuatoriano, a Lasso lo podemos criticar por muchas cosas pero el no engaño en lo que ofreció, esto es el neoliberalismo, comprar al extranjero más barato aunque quiebre la producción nacional, reducción del tamaño del estado, de servicios públicos, liberalización de combustibles con sueldos de tercer mundo”.
Por último, el ex presidente ecuatoriano aseguró que la revolución ciudadana participará en las elecciones seccionales del 2023. “ Sin el poder político no se pueden cambiar las estructuras injustas, para que haya empleo, igualdad de oportunidades. Se requiere poder político, por eso lo buscaremos honestamente como lo tuvimos del 2007 al 2017 cuando logramos cambios históricos”.