En ese sentido, la reestructuración del Banco Central del Ecuador contempló la priorización de los siguientes ejes:
1. Innovación y desarrollo del Sistema Nacional de Pagos: Esto permite reducir los costos de transacción, aumentar la velocidad de circulación del dinero, democratizar el acceso al sistema de pagos y medios de pago alternativos, como el dinero electrónico.
2. Inclusión financiera: priorizar el acceso a servicios financieros de calidad, con preferencia a los actores de la economía popular y solidaria.
3. Regulación monetaria y financiera: Garantizar el uso eficiente de la liquidez a favor del pueblo ecuatoriano y por encima de los intereses del capital.
4. Gestión de las reservas: Optimizar la utilidad social de las inversiones domésticas y externas.
5. Integración financiera y monetaria regional: Apoyar la integración regional y la inserción estratégica del país a la economía mundial.