En el conversatorio “El futuro de la educación superior“ con jóvenes estudiantes de todo el Ecuador, el presidente Correa analizó la decisión del gobierno que establece la eliminación de la evaluación “Transformar” que aplicaba la SENESCYT (Secretaría Nacional de Educación Superior Ciencia y Tecnología) para el ingreso a las universidades.
Esta decisión es un retroceso a los grandes avances de la educación superior pública que se vivió durante mi gobierno, es parte del proceso de desprestigio y abandono de la educación pública que empezó desde hace cinco años y va en contra de lo que constituye la verdadera riqueza de las naciones en el siglo XXI, el conocimiento útil y el talento humano, explicó.
«El examen de admisión a las universidades no media conocimientos, sino aptitudes. Gracias a las políticas en educación, se duplicó la matrícula a la universidad de los más pobres y minorías», puntualizó el presidente Correa.
“La contradicción de base para que se tomen este tipo de decisiones desde el gobierno es que han puesto a manejar la educación pública a gente que son dueñas de universidades privadas. Es un negocio, destruir lo público, para beneficiar sus negocios privados”.
Sobre la inversión en educación superior señaló que, en 2006 como porcentaje del PIB (Producto Interno Bruto) representó el 1,1% y en el 2016 alcanzó en 2,1% muy por encima del promedio de America Latina, 1,2%, en estos últimos cinco años lo que ha habido es una desinversión.
Gran parte de los recursos invertidos en educación pública lo constituyeron la infraestructura como las escuelas del Milenio, en educación superior las universidades como YACHAY que pasó a ser la universidad con más docentes PhD, la Universidad Regional Amazónica Ikiam, la Universidad de las Artes Uniartes, la Universidad Nacional de Educación UNAE, etc. Así también, las becas nacionales e internacionales (19.586 becas en el extranjero) otorgadas por el gobierno del presidente Correa, significó que 7 de cada 10 estudiantes fueron la primera generación en su familia en acceder a la universidad.
Así mismo, explico que aumentar recursos no es suficiente y que las universidades deben rendir cuentas, “nosotros lo exigíamos como lo dice la LOES (Ley Orgánica de Educación Superior), pero hemos vuelto al viejo país donde todos quieren ser autónomos con dinero público. Las universidades deben recibir más presupuesto, pero deben cumplir estándares académicos y de excelencia”.
“No puede existir universidades sin excelencia. Dar más recursos, pero exigir excelencia, nivel académico y otra cosa como dice constitución, pertinencia; que la universidad responda al plan de desarrollo”.
Frente al enorme retroceso de los últimos dos gobiernos, la responsabilidad de recuperar el país es de todos, pero es importante ser críticos y denunciar estos atropellos a derechos consagrados en la Constitución.