¿Se puede tener fe en nuestra región? “Por supuesto que hay que tener fe, que nos roben todo menos la esperanza, eso nos inmoviliza, nos hace dudar de todo, nos hace despreciar la política, y cuando se genera ese vacío nos gobiernan los poderes fácticos y no la democracia”. Esta fue la primera reflexión del ex presidente del Ecuador, Rafael Correa, en el programa “Rompiendo Moldes”, de Radio 10 Argentina.
El economista considera que al progresismo latinoamericano no le faltan razones para ser optimistas, pues los pueblos ya no se dejan engañar por los medios ya que tienen bases para comparar la gestión de los gobiernos de derecha e izquierda. Enfatizó que en algunos países, la izquierda ha recuperado el poder, y en otros lo disputa.
Criticó a los gobiernos de derecha que históricamente han gobernado nuestros países, con élites que han tenido acceso a la educación pero nos han mantenido en el subdesarrollo por más de 200 años. Para él, ese estancamiento corresponde a una responsabilidad compartida entre gobiernos y sociedad, pero menciona un atenuante para esta última: “Los pobres no han tenido acceso a educación, tantas oportunidades negadas. Los ricos sí pero siguen con su mentalidad del siglo 19, queriendo mantener la verticalidad en las relaciones sociales, mantener la diferencia… No creen en la igualdad”.
Calificó como gravísima la participación confirmada del Ecuador, por medio del gobierno de Lenin Moreno, en el golpe de estado a Evo Morales en Bolivia, pues el estado entregó de manera ilegal armas y municiones al régimen de facto de Janine Añez. “Eso es peculado, es gravísimo, pero todos los poderes fácticos, empezando por el mediático, protegen a Moreno por no darle la razón a Correa”.
En este punto reiteró que las grandes mayorías están manipuladas por los medios de comunicación, por lo cual insiste en su propuesta de incluir el derecho a la verdad como un derecho humano en la Carta de las Naciones Unidas y en la Constitución del Ecuador. “Es un instrumento para poner freno a la manipulación permanente de la que somos víctimas por los medios de comunicación. La iglesia también puede hacer mucho por conseguir esto, solo la verdad nos hará libres”.
El ex mandatario también se refirió a los procesos judiciales que forman parte de la estrategia de lawfare montada en su contra por el gobierno de Moreno. Dijo que esas causas van cayendo, tal como sucedió con las de Lula Da Silva en Brasil, o Cristina Fernández en Argentina, salvo que en Ecuador hubo un proceso de desinstitucionalización más agresivo. “Se tomaron todas las instancias, a diferencia de Brasil o Argentina donde en algún momento las causas llegaron a instancias honestas. En mi caso se inventaron el cargo de autor mediato por instigación por medio de influjo psíquico, es una ridiculez, Ecuador ha sido una dictadura y el mundo ha estado indiferente”.
Finalmente, hizo un mea culpa del fracaso de Fuerza Compromiso Social en la segunda vuelta presidencial, reconociendo que se perdió por errores del propio movimiento, exceso de triunfalismo y pugnas internas. “No soy incansable, yo me canso, pero no queda más que seguir luchando”.