La Feria Internacional del Libro Zócalo 2021 fue el escenario para la conferencia de presentación del libro “Perspectivas de integración en el continente americano”,en la cual participó el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa. Abrió con una breve reseña histórica señalando las diferencias entre lo que llamó “la América unida del norte y la América desunida del sur». En la primera, las colonias se independizaron y decidieron formar un solo país (Estados Unidos), mientras que al sur siguieron el proceso inverso y se atomizaron, imposibilitando el sueño de Simón Bolívar de lograr la unidad hispanoamericana.
El libertador decía, en la Carta de Jamaica de 1815, que “es una idea grandiosa pretender formar de todo el nuevo mundo una sola nación”. Con ese antecedente, Correa enfatizó en la importancia de la integración regional de Latinoamérica. Recordó el bombardeo de Colombia a Ecuador ocurrido en el 2008 para atacar un campamento de las FARC que se había infiltrado en el lado ecuatoriano de la frontera. La OEA no pudo encontrar una solución a ese impasse, como sí lo supo hacer el Grupo de Río. De ahí surgió la idea de crear algo más institucionalizado que luego se llamaría Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC.
La integración, como la entendían los mandatarios de la segunda década del siglo 21, rebasaba cuestiones ideológicas, pero luego vino la restauración conservadora y quisieron destruir todo lo que -según ellos- se relacionaba con la izquierda, con el progresismo.
Explicó que la visión estratégica era la de sustituir a la OEA como el espacio para discutir los conflictos regionales, y acudir a ella para resolver controversias como bloque, y no a título individual, ante los Estados Unidos. También habló de la necesidad de crear un Sistema Latinoamericano de Derechos Humanos, pues el sistema Interamericano que depende de la OEA mantiene graves contradicciones, como el hecho de tener su sede en los Estados Unidos, país que no ha ratificado la Convención Interamericana de Derechos Humanos, ni reconoce la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Correa expresó que nuestros países deben buscar una “integración integral”, más allá del concepto neoliberal de integración de los mercados. Explicó que la agenda comprende la armonización de políticas salariales y tributarias, “no tiene sentido competir entre nosotros precarizando nuestra fuerza laboral, regalando impuestos a las transnacionales”. También una nueva arquitectura financiera regional para dejar de financiar a países del primer mundo con nuestras reservas, para que luego nos “presten” esos recursos con intereses; la creación del Banco de Desarrollo del Sur; un sistema latinoamericano de protección de inversiones porque, para el economista, instancias como el Ciadi, las de La Haya, Naciones Unidas, son intolerables, pues los países de la región siempre perdemos ante las transnacionales. Mencionó además la necesidad de un sistema regional de investigación y desarrollo, y de la ciudadanía latinoamericana.
Concluyó diciendo que “mientras Europa tendrá que explicarles a sus hijos por qué se unieron, nosotros tendremos que explicar por qué nos demoramos tanto”.