Hasta el 2006 la débil institucionalidad del Estado no garantizaba la seguridad a la población. Las fuerzas policiales no contaban con capacitación, ni con equipamiento adecuado para responder a las demandas ciudadanas, sus salarios no eran suficientes para cubrir sus necesidades, ni las de sus familias, y la infraestructura de los pocos establecimientos policiales eran paupérrimos por lo que los policías trabajaban en condiciones desfavorables frente a la delincuencia.
En este contexto, con la llegada del presidente Rafael Correa al gobierno en enero del 2007 inició una auténtica transformación y fortalecimiento institucional, el primer paso fue el enfoque social del Estado en la reducción de la pobreza, combate a la desigualdad, mayor equidad e inclusión, etc; entendiendo que «no hay mejor seguridad ciudadana que la basada en el desarrollo humano». Lo anterior combinado al Plan de Seguridad Ciudadana permitieron mejorar el equipamiento policial básico y especializado; el parque automotor, la infraestructura física y mobiliario, capacitaciones, etc. Con lo que, se estableció un nuevo modelo de gestión, acercando a la policía con la comunidad y asegurando un ambiente de seguridad en el Ecuador.
Algunas de las políticas para garantizar seguridad del gobierno de la Revolución Ciudadana fueron:
La inversión en seguridad pasó de 95 en 2000-2006 a más de 800 millones de dólares entre 2007-2016. Así mismo El salario de un servidor policial recién graduado se multiplico 2,6 veces.
Mantenimiento y construcción de Unidades de Policía Comunitaria (UPC) y Unidades de Vigilancia Comunitaria (UVC). En 10 años de la Revolución Ciudadana se construyeron 455 nuevos UPC y 13 UVCMantenimiento y construcción de Unidades de Policía Comunitaria (UPC) y Unidades de Vigilancia Comunitaria (UVC). En 10 años de la Revolución Ciudadana se construyeron 455 nuevos UPC y 13 UVC.
Inversión de 3.500 millones de dólares en el Sistema Integrado de Seguridad ECU-911 que al 2016 contaba con 16 centros nacionales, zonales y locales distribuidos en todo el país, para dar respuesta inmediata e integral a las emergencias de la ciudadanía. En abril de 2019, el sistema fue reconocido como un referente regional en la gestión de emergencias por la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que decidió diseñar un protocolo continental de atención de emergencias, basado en el modelo de gestión ecuatoriano.
Resultados
La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes que de acuerdo Organización de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDC) es el principal indicador del nivel de violencia y criminalidad de un país, en el 2006 fue 17,6, en 2016 se redujo a 5,8 por cada 100mil habitantes. El número de víctimas de homicidio disminuyó en 59% pasando de 2.357 en 2006 a 959 víctimas en 2016.
Con el gobierno del presidente Correa el Ecuador logró una marcada tendencia al descenso de la criminalidad, al punto de ser referente para la América Latina y ser reconocido como el segundo país más seguro de Latinoamérica.
Desde 2017, el desmantelamiento institucional y el abandono por parte del Estado en la provisión de servicios públicos de calidad, incluido la seguridad ha provocado que el Ecuador en los últimos años pierda gran parte de los logros alcanzados durante la Revolución Ciudadana. La tasa de homicidios cerró el 2023 en 46,5 por cada 100mil habitantes, ubicando al país en el top 5 de países más inseguros de la región.
En 2017 se gastaron 105 dólares por habitante en seguridad interna (policía), mientras que en 2021 se gastó 98 dólares reduciendo los recursos por persona en 6,3%, el gasto en defensa nacional disminuyó en 14,6% por habitante.
Si el Estado, no invierte en seguridad, los resultados son los que brevemente se han expuesto. Por tanto, es un imperativo que de manera inteligente se invierta en seguridad ciudadana como se hizo entre 2007 y 2017, solo así se logra la convivencia pacífica y la seguridad, que son fundamentales para el desarrollo.