El ex presidente Rafael Correa compartió un diálogo con el asambleísta de la RC Pabel Muñoz, quien conduce el programa Frecuencia Política, donde analizaron la situación actual del Ecuador con la gestión del gobierno de Guillermo Lasso.
“No ha habido sorpresas, la vacunación obviamente es mejor en comparación con Moreno pero en lo económico no hay ni habrá nada nuevo. Entendamos que por eso votaron, por la no intervención del estado, por la liberación de los precios, liberalización del capital, reducción del estado, privatización de las empresas públicas, de los servicios públicos e incluso del derecho a la seguridad social” afirmó el ex jefe de estado, a la vez que instó a los actores políticos a dejar el dogmatismo a un lado cuando del desarrollo del país se trata.
A su criterio, pese al grave choque que sufrió la economía ecuatoriana por la pandemia y por las políticas del gobierno anterior, la fuerza de producción (maquinaria, mano de obra) está intacta, pero falta el estímulo. “Esas son las políticas en este momento de los Estados Unidos inyectando liquidez para que funcione la economía. Eso es lo que estaba en juego en las últimas elecciones, este gobierno está haciendo lo contrario. Tienen la plata ociosa en Suiza en vez de ponerla a trabajar en Ecuador”.
Correa y Muñoz coincidieron en reconocer que la derecha latinoameticana lleva a cabo un “Plan Cóndor 2”, pero que esta vez el asesinato es sobre todo reputacional, se ha manipulado el discurso del combate a la corrupción para perseguir a los liderazgos progresistas en la región. En ese sentido, el economista recordó que el ex contralor Pablo Celi, hoy en prisión por actos de corrupción, fue el único funcionario ratificado por el trujillato durante el gobierno de Moreno con el único fin de perseguir al correísmo, pese a que se arrogó funciones y su designación fue ilegal.
Respecto al incumplido ofrecimiento del presidente Lasso de crear una comisión de la verdad para investigar los actos de corrupción y la persecución política, dijo que “tienen miedo a la verdad. Esa conversación fue el 6 de mayo, Lasso nos buscó, estaba desesperado, se concretó el acuerdo y a la semana lo traicionó destruyendo la convivencia democrática entre diversos sectores políticos. Solo los culpables tienen miedo a la verdad”.
Finalmente, respecto a la convención de la Revolución Ciudadana del próximo 28 de agosto, señaló que tiene grandes expectativas porque el movimiento nuevamente tendrá un partido propio. También fue crítico del papel que debe desempeñar la izquierda en estos tiempos. “Estamos a favor de la justicia, el socialismo moderno no puede negar al mercado, la sociedad tiene el deber de gobernar el mercado para conseguir objetivos sociales. Soy enemigo de la izquierda pesimista, yo tengo fe en la humanidad pese a todo lo que hemos tenido que sufrir, la izquierda debe transmitir esperanza, de los tiempos duros deben surgir mejores ideas para el bienestar de la gente”.